Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sin discriminación alguna. Estos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles. Están contemplados y garantizados por la ley. Los Estados deben promoverlos y garantizarlos. Estos derechos no excluyen a los niños, niñas y adolescentes (NNA), quienes por las características y necesidades propias de su estadío de desarrollo requieren de un abordaje específico. 

La promoción y protección de estos derechos sumado a su difusión entre los NNA y adultos permite que estos no queden únicamente en el plano declarativo. En este sentido se destaca que la normativa sanitaria referente a los derechos de usuarios y pacientes contempla algunas prioridades, siendo algunos de estos derechos: el derecho a la confidencialidad, a recibir asistencia en ausencia de sus padres, a ser informado y, según el criterio de la autonomía progresiva, a prestar su consentimiento informado. 

El equipo de salud tiene un rol preponderante en la promoción de que este enfoque de derechos se vea reflejado en la cotidianeidad de los NNA. Es importante que los y las estudiantes reflexionen sobre esta realidad que no les es ajena y adquieran conocimientos que les permitan no sólo garantizar los derechos durante su asistencia sino ser replicadores de los mismos en la sociedad.